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Libertad en tiempos convulsos

liberalismo

Un teocón no es un liberal, respuesta a Pablo Molina

Pena es lo que he sentido a leer el último artículo de Pablo Molina, al que tenía por un auténtico liberal con una moral privada conservadora. Le aclaro que, por utilizar la misma expresión que él, "me importa un pijo" la moral de cada uno mientras no intente imponerla a otras personas mediante la coacción. Con independencia de que sienta más simpatía o antipatía por uno u otro, si ninguno intenta obligarnos a compartir su modo de vida y creencias el mismo respeto me merecen un señor de misa diaria y sexo sólo para procrear que alguien que se acuesta con varias personas cada día y no pisa una iglesia ni por error. Puedo pensar que uno de ellos, o ambos, aciertan o están profundamente equivocados. Sin embargo, comprendo que eso sólo le atañe a ellos y no voy a defender políticas que favorezcan o promuevan el modo de vida de uno u otro.

Lo que no voy a defender es a quienes hablan de libertad y pretenden recortarla. Eso incluye a los teocón. Estos tipos no son lo que nos cuenta Pablo Molina. O mi compañero de periódico miente descaradamente, algo que dudo dado su profunda moral católica, o desbarra. Del término teocón nos dice que es :

"con el que muchos liberales de familia bien denominan a quienes desde unas posiciones conservadoras han defendido siempre la libertad individual, de acuerdo con la tradición católica"

Pasemos a enumerar los errores en esta afirmación:

"Con el que los liberales de familia bien denominan". Molina hace aquí un guiño populista al pretender que el uso de ese término es propio de niños pijos cuando no es así. El término es utilizado por cualquiera con independencia de que se sea del Barrio de Salamanca o de Vallecas.

"A quienes desde unas posiciones conservadoras han defendido siempre la libertad individual". Estos últimos no tienen nada que ver con los teocón. Un teocón no defiende la libertad individual. Habla de ella pero pretende que el Estado imponga dichas posiciones conservadoras o al menos las promueva. Sí existen, y conozco a varias, personas de una profunda moral conservadora que no pretenden imponerla o que el Estado la promueva y defienden la libertad individual. Estos últimos no entran dentro del término teocón.

"De acuerdo con la tradición católica". Los teocón modernos (aunque existen antecedentes con más de un siglo como el carlismo) nacen en Estados Unidos dentro de las diferentes confesiones evangélicas (luteranas), aunque se extiende también a anglicanos, calvinistas y católicos. En fin, los teocón están dentro de todas las corrientes cristianas occidentales.

El resto del artículo de Pablo Molina viene a reforzar esta frase. Quienes desconfiamos de los teocón no somos "comecuras", como él nos llama. De hecho entre nosotros hay desde ateos militantes hasta católicos profundos, pasando por quienes no tienen nada ni en contra ni a favor de la Iglesia católica. Tampoco nos avergonzamos de nuestro pasado ni la mayor parte de nosotros tiene un par de masters en Estados Unidos.

Se equivoca al decir que el liberalismo "fetén" pasa por el respeto a la Iglesia Católica. No, pasa por no querer que se le ataque desde el Estado ni que ella mande sobre este, nada más. La opinión personal que se tenga del catolicismo, o del budismo por ejemplo, no tiene nada que ver con lo auténticamente liberal que es una persona.

Don Pablo, no se deje engañar y no haga elogios de unos enemigos de la libertad de los que usted, suponemos, no forma parte.